Estrategias pasivas II. La orientación.
ESTRATEGIAS PASIVAS II: LA ORIENTACIÓN
Recordemos un poco de aquel aprendizaje que nos daba esa asignatura tan noventera de “Conocimiento del Medio”.
EL SOL Y LA TIERRA
Nos contaban por aquel entonces que el Sol era el “astro rey”, una enorme esfera de gas caliente en torno a la cual giran los planetas del sistema central.
Ahora que ya hemos crecido, podemos ponernos algo más técnicos.
En el núcleo del sol se producen fusiones termonucleares que liberan energía en forma de radiaciones electromagnéticas de alta frecuencia. Esto es la radiación solar e incide de manera diferente en la superficie de la tierra dependiendo de la época del año en la que nos encontremos. La ligera inclinación del eje Norte-Sur de la tierra es la responsable de esta variación estacional.
En los meses de verano, el hemisferio norte está inclinado hacia el sol, por lo que, recibe más horas de soleamiento y la radiación incide de manera más perpendicular a la superficie de la tierra.
LA ORIENTACIÓN DEL EDIFICIO
La orientación de nuestro edificio será crucial a la hora de aprovechar intencionadamente las ganancias térmicas solares. También a la hora de beneficiarnos del aporte de luz natural al interior del edificio, mediante una óptima orientación, posición y dimensionado de huecos en los cerramientos. Incluso implementando lucernarios, chimeneas solares o patios.
Este aliado nuestro que es el Sol en invierno, puede convertirse en el peor enemigo en los calurosos meses de verano, por lo que es muy necesario estudiar con detalle el recorrido del sol a lo largo del año. Y actuar con sombreamientos donde sea necesario; además de ventilación para evitar así el sobrecalentamiento.
Hoy en día, se cuenta con varias herramientas informáticas que nos ayudan a analizar la trayectoria del sol en cada momento.
Si geolocalizamos nuestro edificio, mediante sus coordenadas de latitud y longitud, podremos ver cómo incide la radiación solar sobre él. También veremos las sombras que proyecta su volumen o el de edificaciones, árboles o cualquier otro elemento aledaño.
Algunas de esas herramientas son: 3D Studio, Ecotect (de Autodesk) o Google SketchUp (gratuito).
Como regla general, en el hemisferio norte, orientar la edificación hacia sur siempre será la mejor opción para aprovechar las ganancias solares en invierno. La fachada oeste es la más complicada de sombrear (sobre todo en climas cálidos). Al este, se puede sombrear con lamas en vertical y al sur con voladizos y lamas en horizontal.
Con esta imagen podemos analizar la radiación del sol en un día de verano, sobre una construcción tipo, ubicada en la zona centro de España.
Vemos que la fachada orientada al este recibirá luz las primeras horas de la mañana, la fachada sur desde media mañana hasta la tarde temprana y la fachada oeste recibirá radiación solar toda la tarde, siendo ésta la orientación más peligrosa en climas cálidos, porque recibe los rayos más intensos hasta que el sol se oculta. La fachada norte será la más fresca, también la más oscura.
Una buena distribución interior en este caso, podría ser la que se muestra en la imagen. Los espacios que se ocupen durante la mayor parte del día es aconsejable que se ubiquen al sur, sudeste y sudoeste. Por el contrario, baños, aseos, cocina, lavaderos, despensa, armarios, trasteros, escaleras, etc pueden situarse a lo largo de la fachada norte.
Para la orientación correcta del edificio, también es conveniente tener en cuenta los vientos predominantes, para así ubicar las aberturas de la vivienda donde más nos interese. A poder ser, se evitará que el acceso principal de la vivienda quede en una fachada afectada por fuertes vientos.