La entrada y salida no controlada (infiltraciones y exfiltraciones) de aire en viviendas y espacios de trabajo complica la gestión de la calidad de aire y el consumo de energía.
La vuelta a la nueva normalidad está rodeada de incertidumbres, dudas y miedos. Continuamente recibimos consultas relativas a la calidad del aire, buscando un remedio mágico que garantice la seguridad de residentes y trabajadores en viviendas y edificios de oficinas.